viernes, 4 de marzo de 2011

Dios herido

Huyo de la gente porque huyo de ti y de mí
cuando el fenómeno del llanto aparece,
no quiero que vean un creador agotado
por un poema que en realidad es una batalla.
Gozo el vuelo de los buitres en la carne de mi pecho
revoloteando contentos y decididos
a devorar la parte de ti que me pertenece;
hace mucho no estaba enamorado.
Todas las cosas poseen tu signo y no el mio,
yo poble la tierra pero tu la entristeciste
y como todos sabemos,
el dolor es el verdadero demiurgo.
Me espera un café con lo demás dioses malditos
aquellos que como yo,
dejaron de ser astro para vacacionar en el cuerpo de una mujer.
Te heredaré mi fortuna y mi destino
serás diosa y tendrás tributo
pero un dia cualquiera, como dice la canción
harán de tu pecho un palomat,
luego, el puñal será clavado.