Cuaderno #6
Desconozco los canarios
que se posan sobre el cable telegráfico,
las heridas puestas en sal
y la blanquísima solitud
iluminada por tu ausencia.
He olvidado la forma de producir una panacea
en base al liquido que producen mis lagrimales,
solo una hidrargiria crónica
me queda de aquellos día de fuego y plata,
y en el paladar un sabor a metal viejo
que me curo con caldo de gaviota y café cargado.
Escupo plomo y cantos en hebreo,
que no recuerdo donde aprendí,
y que hablan de cielos rojos
y biosferas desnudas y abiertas
a la canícula eterna de tu cercanía.
Descubro en mi pecho
una herida cerrada en falso,
y los desiertos donde extraigo la arena
del infinito reloj
que marca la espera de tu regreso
a mi estancia herbal.
ese cuatillo, uhmmmm
ResponderEliminarThe trouble is..
ResponderEliminarHola. Ri-ka